Ya blanquea sobre la frente vana,
el cabello del joven que perdió.
Sus ojos brillan menos,
Cuando ella llegue, llegará el otoño de los dos
con el invierno que en él hay.
Guardarán un pensamiento, no para la futura
primavera que es de otros,
ni para el estío, de quienes son muertos,
sino para lo que queda de lo que pasa,
el amarillo actual de las hojas que viven
y las hacen diferentes.
El amor es una compañía,
y el no sabe andar solo por los caminos.
Porque ya no puede andar solo.
Un pensamiento le hace andar más deprisa,
y comprobar al mismo tiempo que le agrada ir viéndolo todo,
incluso su ausencia que es algo que está con él.
Si no la ve, la imagina y se siente alto como los árboles altos.
Si piensa que va a verla tiembla.
No sabe que pasó con lo que hizo sin su presencia.
Si ella no está, todo él, es una fuerza que le abandona.
Foto: Ana C.
2 comentarios:
Efectivamente es un amor de otoño...
Un abrazo y feliz domingo.
Me emociona. Me entristece. Languidece, como el otoño.
un abrazo
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