martes, 30 de abril de 2013


EL CAMINO

Cada uno, su camino
-decía un buen hombre viejo-,
tomarlo debe, sin prisa,
como el que toma un consejo
o bebe vino,
que el sabor viene despacio.

Si no se sabe, con tino,
marcar muy preciso el paso,
el camino se hace oscuro
y el viaje se hace largo.
Eso decía un buen viejo
que me encontré caminando.
 

miércoles, 24 de abril de 2013

Este Jueves, terrorismo

SIN TITULO PRELIMINAR 
Como un fandango, sin alma, sin letra sin vida. Cobardía del que dispone de los sueños, el marío, los hijos... la madre que llora bordando un recuerdo.

Camino que araña y que se pierde en el lago negro de negras duquelas.

Queda sólo la nada del pozo hondo, pozo que seca la boca y la garganta. Aire Que contamina en su paseo la razón.

Sol, luna, campos... no mireis.

Delirios de paz entre besos que pudieron ser, que todo pudo ser hasta que fue de otra manera. Habrá otra vida en la que nadie muera. Mientras; una oración. AMEN.  

Más historias en casa de Mª José 

martes, 23 de abril de 2013


NO HUYAS PRIMAVERA

Los campos tristes y solos se quedaron.
Aromas de azucenas y otras flores,
se los privaron de ellos tus amores: 
tus huellas en sus mentes se grabaron.

Anhelan todos tu pasado; amaron
en toda hoja escondida tus colores;
mas no encontraron rastros ni rencores;
sinsabores dejaste, marchitaron.

Se va pudriendo todo, pero esperan
el amor que tú les diste en tu lecho.
Sí, ni la paz ni la vida prosperan.

Anhelan tu regreso; y yo te echo
pesares del esfuerzo que reiteran,
amores que tenemos sin despecho.

Cristóbal Encinas Sánchez (Córdoba, 1974)

lunes, 22 de abril de 2013

Ana Jaenera


Nos encontramos en plena calle Cerón. Sin quedar, sin previo aviso. Apenas llega el aromas de las paellas y peroles. Yo fui el que me acerqué. Y sin más méritos, ya hablamos de la felicidad, de la escritura, de la …

Ibas acompañada, sólo me miró al acercarme a tí y al despedirnos. No intervino, aunque fue muy correcto.

Hoy te he visto en el autobús, por el Bulevar. Hablando y mirando. Recién peinada. 

A veces la vida nos empuja a la vez que protesta: ¡haga méritos si puede!.

Contigo, el mayor mérito es el haberte conocido. Conversaciones, tres pa tres, como un cante conmovedor, siempre llegan al alma.

En Café de Palabras nos tienes, entre los besos regalados, de los que como tú, a pesar de todo, escriben.

Lady Jane

No habría culpas que compartir. Son mías y las que no también. 

Pasea con la mirada puesta en la vida. Tantos meses de frío y ahora, la sonrisa de la primavera le desnudó. 

Se queda sin sus pantalones de pana, el polar azul, los guantes, los calcetines gordos y le cambian la hora. 

En la cuesta de las Carmelitas, había tal derroche de azahar que al respirar se hizo naranja. 

Sus pensamientos eran ya zumo con su vitamina C y su fibra natural, tan necesaria que no sabemos lo que tenemos. 

Pensamientos entrelazados, música romántica, paseo por las estrellas, conversación en la noche, reflejos de pasión y miedo del que no sabe por qué ama y escribe y canta.

Rutina al ritmo de pequeños sorbos de desilusiones, salida nula, canción que aproxima los labios al vaso de vodka acaramelado. 

Parado frente a un árbol bellísimo de la Alameda, entró en éxtasis. No sabe cuánto tiempo pasó (nosotros, si. Veinte dos segundos) Las hojas fusia, parecían querer regalarle la respuesta… pero dió tantas… Pensaba que era una. Lloró como un geranio. 

Seguiría buscando, amando en un cante flamenco los reflejos de su amada.

Ahí lo tenéis, la camisa entre abierta, mirando por la ventana, jugando con el boli, escribiendo en su libreta, lo que desde esta mesa parece un poema: “ Hoy pídeme todo y me parecerá poco, … “ 

Luego quiso vender al camarero, otra vez, su escritura a cambio del café y media. No pudo ser. Mañana, quién sabe si valdrá por lo menos un desayuno.

Sacó de su bolsillo el euro cincuenta, pagó mientras con una sonrisa que no llegaba a serla, le repetía lo de siempre. Manolo, sales perdiendo.

Ya en la calle, en sus auriculares escuchó Lady Jane, de los Rolling. 


miércoles, 17 de abril de 2013

Límite 20, más un anexo.



Yo, soñador que se levanta a las doce,  renuncio a todos los miedos que surfeando aparezcan en plena ola marina (límite 20).



(viene del límite anterior, que por ser lo que somos, invito a dar un paseo por la primavera que está que se sale del tiesto)



Yo, con argumentos inapelables, renuncio a dejar de sentir el sabor de la sal en los labios.


Yo, compañero de proyectos insuperablemente fracasados, renuncio a dejar pasar la danza de una mariposa, que a cámara lenta va dibujando su camino, dejando una estela de fragilidad y belleza.


Yo, escritor que se embelesa con los escritos de los demás, renuncio a no publicar en papel.


Yo, en definitiva, que me pierdo escuchando una balada de las que se bailan mientras hablas al oído, renuncio a la ronda de cervezas si me toca apoquinar a mi, alegando que ya es tarde. 

Pero a tí no puedo renunciar, porque en esa renuncia me va la vida.  

Más renuncias en lo de Juliano

sábado, 13 de abril de 2013

La botella de Jabalcuz



El viento  arrastrando sus pies, alargaba su mirada, soñadora, sugerente, evocadora, nostálgica: es que no te das cuenta, serrana, que con el jazmín en tu pelo me dejas perdío.

Todo iba cambiando, todo menos el campo, el aroma del tomillo y el Ojo de Buey de la Fuente de la Peña.

Es como un punteo de guitarra, cose las ilusiones,  esas que ya no se atreven a mirar de cerca.

Me fui a Jabalcuz, su balneario derruido, guarda el agua que tantos han buscado. Allí encontré la botella flotando . Lisa como la pluma, verde como sus ojos, juguetona como un acertijo.

Brilló para llamar la atención, no supe si cogerla porque tendría que descalzarme, quitarme los calcetines, remangarme los pantalones y se oía el croar de lo que podría ser una rana, o no. Su guardiana.

Y si cuando estoy cerca de ella, al tocarla me convierto en algo.

Y si al sacarla del agua y tenerla entre mis manos… y si al descolcharla quedo atrapado en su mundo y no quiero volver.

Vacía, transparente, y tan llena. La cogí,  sequé, y debajo de un pino echamos la siesta. Sólo al despertar vi la inmensidad de la vida. Ya sin miedo la abrí, y con la primera rendija de libertad salió un quejío por alegrías:

 Deja que el aire me lleve a ti, busca la vida que te doy, vámonos a Jerez, que entre manzanilla, juncos  y golondrinas será  lo que está escrito. Noches que por ti serán libres de oscuridades, amantes amarraditos.

Qué vacía parecías, que llena te mostraste.

jueves, 11 de abril de 2013


UN COMENTARIO APRESURADO

Para el Taller de Narrativa. Nº 7 . Loquepienso, loescriboaquí,
Lema: Las prisas.    

     Fui a pedir cita para el traumatólogo. La sala de espera rebosaba. Había cola para salir. Hacía calor y dejé la puerta entreabierta. Me quedé próximo a ella para estar fresquito y aligerar el tránsito saliente. Tras unos minutos un paciente resopló:
      -“Se va a escapar el gato”.
Comprendí al instante que lo decía por mí y me di por aludido.
      -No he cerrado la puerta para tenerla expedita y  los ya visitados saldrán más deprisa-. Eso es lo que alegué al imprevisible contertulio, pero no lo aprobó. Le dolía la espalda y con el  biruji, que entraba encañonado, más. Cerré sin dilación. - Solo vengo a pedir cita y me voy- le dije, para su tranquilidad.- El calor seco va bien para el dolor. En casa disponemos de una manta eléctrica que ha funcionado bien hasta hace unos días. Su termostato está fabricado en Barcelona y lo repararé-. Esta fue mi expresión para salir del paso.
       - Yo también tengo una, de marca alemana- respondió satisfecho. -Es del tamaño de esta radiografía-  y me la mostró. Su mujer, que estaba sentada junto a él, argumentó sin demora:
       - Cuando en casa se avería algún aparato, mi marido lo compra nuevo sin pensárselo dos veces. Porque si cuesta arreglarlo 20 y nuevo vale 40, no merece correr riesgos y perder el tiempo dos veces.
Yo le dije que sí lo merecía. Y secundé:
       - En una ocasión, en Tarragona, se nos estropeó el cierre de la puerta de la  lavadora. Lo sustituí fácilmente por otro nuevo y siguió funcionando bien durante varios años. Me costó solo doscientas pesetas.
  - Entonces fue por eso de la pela, ¿no? – me interpeló él.
  -¡Hombre, claro!- y deslicé el dedo índice sobre el pulgar, varias veces, indicando así el ahorro de dinero.

La enfermera me llamó para concertar la cita. Y cuando ya me iba, esta le dijo a mi interlocutor que el médico le esperaba. Pero antes de entrar a la consulta, y de repente, se volvió hacia mí,  y me preguntó resuelto:
       - ¿Nació usted en Cataluña?
Todos los asistentes se volvieron hacia mí un poco extrañados.
  - ¡No! ¿Se me nota?  Yo soy extremeño.
  - ¡Ah! Es que usted ha estado contándome anécdotas de esa región y ya estaba harto.
He roto radicalmente con ellos; no los trago.
   - Bueno, hombre, tampoco es para tanto- susurré.
   -¡No quiero seguir la conversación! Por cierto, el champán de Badajoz está buenísimo y es barato. A 1.80 euros la botella.
    - Muy bueno, sí-. Le reconocí, alejándome, pues se la hacía tarde.
Pensé que algo desagradable le ocurrió en esa región y por eso manifestó sus sentimientos sin ningún reparo.
 - Adiós.¡Y que se mejore usted!- dije.

Acto seguido salí, y esta vez dejé la puerta bien “tancada”.

 (Jaén, a 3 de diciembre de 2012)



martes, 2 de abril de 2013

Chispeando



Lo que digo y digo siempre es que cuando llega la primavera, el mundo vuelve; niño que en un instante descubre con asombro el jardín repleto de ilusiones, columpios, toboganes.

Por vez primera; una flor lo mira, lo contempla, lo aprende, lo espera, lo llama, le manda su aliento, suspira. Y respirando el suspiro se hacen uno. 

Todo a partir de ahora serán besos … que se sueñan. 

Empieza a chispear, suele ocurrir, qué cosa que merezca la pena no chispea.

Luego vinieron lunas que se pintan un lunar, cada trozo de cielo se irá haciendo cinesín.

Desde la ventana de los tristes, por no tenerla entre sus brazos, recordará el bizcocho de naranja, sefardí, velo blanco, agua de azahar que inventa su nombre y lo repetirás cantando. 

Flamenco que retiene el aliento herido por un parpadeo. Quién te podrá curar.

¡Ay, cantaor, cantaor que se enamora de la primavera, no vayas a beber agua de la Fuente de los Albaricoques!

Como un martillo que golpea sobre el yunque son los días que no te veo… pa qué voy a seguir, si ya no duermo como antes, ni como roscos de vino.

Cuando me preguntan por qué, sólo digo que un día de estos yo me voy a la eterna Triana, en su madrugá llena de abriles y mayos te espero, no me faltes.

lunes, 1 de abril de 2013


LA HORA TRANSGREDIDA

Taller de Narrativa. LOQUEPIENSO, LOESCRIBOAQUI. Nº 7

Caminaba pensativo entre las dos y las tres. Después no tendría más remedio que dar un salto hacia atrás. Una hora más rondando para llegar al mismo sitio. Tranquilidad. Un segundo más, y ya es definitivo. Entonces, un centinela vigila que se ha hecho el relevo.
Y vuelve otra vez el reloj a marcar las dos.

                                                             (Jaén a 26 de noviembre de 2012)

¿QUÉ PASARÍA SI EL CORAZÓN TUVIERA ABREFÁCIL?

Taller de Narrativa Loquepienso,loescriboaquí. Nº 9

      Como un pajarillo que te observa, esquivo, dando pequeños saltos en las ramas hasta que desaparece, así él te miraba: era como te sentía. ¿Acaso no le veías lanzar al suelo su mirada humilde cuando le subías un tono la voz? Lentamente, después la transportaba de una cosa a la otra, hasta encontrarse con tus ojos. Él sonreía y callaba como libre de cualquier sospecha. Intentaba su superación y, a veces, lloraba para reconfortarse. Esa era su forma de mostrar su sufrimiento, aunque nunca te dieras por enterada.
Si su corazón hubiese tenido un abrefácil, de acceso rápido, para poder intubarlo y desbrozarlo de obstáculos, él se hubiese salvado. Atrás quedaban los días de hartura, de saborear todos los manjares y de realizar todas los prodigios que dieron lugar al desenlace.
Acogería de buen grado si alguien diseñara un mecanismo para nuevos hombres cíborg que quisieran perpetuarse y transmitir todo lo aprendido en su vida. Y que al final, pudieran ser desconectados, sin ningún dolor, cuando su salud lo requiriese.
                                                                                            (Jaén, 11 de marzo de 2013)