-Sabes, la culpa de que la humanidad ande tan mal, según la
Biblia no la tuvo Eva y la manzana
-comentó al preparar café en la cocina.
- ¿No? - interrogué con asombro. Ya sabía de mis ideas sobre este tema, pero me mostré con ingenuidad.
-No. La culpa fue de
Adán y un melocotón- dijo en un tono solemne.
-¿Un melocotón? -casi me atraganto de la
risa mientras buscaba el azúcar y la leche.
-Sí - contestó al
tiempo que rebuscó en la bolsa que trajo del mercado y sacó una fruta - un melocotón como éste hace
imaginar que el pecado debe ser
delicioso.
Foto: E. Fernández
Miré la pieza de fruta con aquella hendidura en el centro y sonreí.
-Por qué no nos comemos
el melocotón esta noche -sugerí- lo mismo descubrimos el paraíso.
2 comentarios:
jajajaj me encantaaaaaa
Muy bien, Encarna. Fue muy ocurrente el tema y la foto que hiciste.
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