Y vas leyendo
Vas leyendo los indicadores, preguntando. No te enteras si es la primera
a la derecha o todo recto hasta el callejón.
Mira, por ahí viene una mujer que parece del barrio.
— ¡Señora, para el mirador de San Nicolás!
—Sorry…
—Pues parecía del barrio.
Mientras, rincones, pastelerías donde comimos santillines sin masticar. Tabernas
para diluir el azúcar, no teníamos que pasar; necesario era, detalles del
camino que prepara.
Llegamos. Compás flamenco, transverberación que hiere con un quejío de desengaño.
Guitarra que suena a constantes chorrillos de agua, gente que la escucha y se
va al baño.
Luna que reina en solitario, descalza para no hacer ruido. Gitana de
ojos orientales, moña de jazmines entre sus… Veletas.
Así te vi
Así te entendí
Así te querí (quise decir) yo.
Iba avisao,
Que sabía que podía pasar,
Versos del que la escritura tiene la llave.
A un lao, la Alhambra. Al otro, el Generalife, vestío todavía de cante
grande, con los colores de la chaquetilla de un torero que siempre le queda
chica.
Si alzaba la barbilla, resplandor de luna, beso abierto para que lo
tomes con cucharilla, la misma que un día voló por el café. Y hoy, con ella…
¡Ay, Darro!, qué tienen tus aguas sino el mismísimo Viva Poruk, que cura las
congestiones del alma.
Es madrugá y en mis sueños te ví, ya lo dijo Almutamid. Imágenes que
guardan la esencia del detalle, oculto.
Hay que elegir, quedarnos escuchando a Camarón, o bajar a Plaza Nueva a
por helao de turrón. Y como hace calor, vamos a por el turrón, a por gin tonic
fresquitos, a que seguir. Si la noche es
para dormir.
¡Ay, Graná, que bien te cuidó tu Alhamar!
2 comentarios:
Jose Miguel a mi este texto me sabe a verso. Me huele a jazmin y lleva de la mano a pasear por esa Graná que tambien cuido Alhamar.
Un beso.
Qué bonito y saleroso explicando una noche andaluza... me gusta Camarón y el helado de turrón! Saludos,
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