domingo, 15 de abril de 2012

EL VENDEDOR (Retrato)


Ese hombre  que caminaba del brazo de mi vecina  trataba de venderse bien,  igual a esos catálogos de "La Coste"  que hasta la sonrisa de los modelos  parecen  un producto  de marca.  Así quería mostrarse ante los demás, como un caballero  o por lo menos eso deduje, por la pulcritud de sus zapatos,  o la raya en su pelo  tan perfecta como si la hubiera trazado con una  escuadra.  Utilizaba además un lenguaje bastante depurado y aparente que  hacían recordar a esos ingleses estirados del cine. Cuando averigüé   que había vivido en Gibraltar, supuse que  no  había ubicado bien la idiosincrasia andaluza en ese porte ensayado .  Me había cruzado un par de veces con él  y no comprendía como un tipo con tanto brillo  rondaba a  mi vecina , una mujer vulgar y  analfabeta con el único encanto de  haberse convertido  en una atractiva señora de mediana edad  después de enviudar .  No entendía porque  ensalzaba su romance con  la vecina  hasta extremos ridículos en esos empalagosos comentarios  en la tienda  de ropa.  O expresaba su erudición sobre temas variopintos en los que   siempre quedaba  por la superficie, sin profundizar en nada, evitando la confrontación minuciosa. Una mañana tuve la oportunidad de encontrarme con mi vecina y le pregunté por la profesión de su novio.  Ella que  nunca tuvo un vocabulario muy rico me contestó que era un comercial de tubérculos comestibles . Y yo aún más ignorante que ella, le pregunté si vendía zanahorias, a lo que ella me contestó con un no alargado y musical. Vende patatas - comentó. Y no sé cómo ni por qué me llegó la imagen de ese hombre sembrado por los pies en la tierra.

10 comentarios:

emejota dijo...

A ver si el inconsciente te ha "levantado" la imagen del varón creciendo de la tierra como una lechuga cualquiera en la película "Amanece que no es poco" (una de mis favoritas) creo que de J.L. Cuerda. Bsss.

Ana dijo...

Bueno, ella quiso darle como más importancia al decir la profesión de ese novio tan pulcro. El amor es así.

Dilaida dijo...

Es que no es lo mismo vender patatas con traje que sin el. Estarían sus patatas destinadas a la realeza.
Bicos

mariajesusparadela dijo...

Has estado "sembrada"

Montserrat Sala dijo...

jajajajaaj!! que retrato tan acertado y tan ambiguo!!! me ha gustado mucho el micro.
te mando un saco de patats de 25 Kilos. Noooo! queria decir, un cesto lleno de tubérculos, Nooooo tampoco es esto. Te mando a buen precio, todo mi cariño, que es mucho mas que tantas patatas.

Raticulina dijo...

Pues te ha quedao un relato con un porte depurado que el personaje no le llega a la suela del zapato, vamos.
Muy bien.

Ana dijo...

Subterfugios Encarni, subterfugios...

SEMA MIRANDA dijo...

Como siempre es un placer leerte. Un beso.

Cristina Piñar dijo...

¿Sabéis qué? he dado un premio a este blog, es decir, a nosotros, ¡porque nosotros lo valemos! jajaja. Un beso a todos.

diego dijo...

Los que se venden a sí mismos son muy difíciles de comprar... Me encantan tus relatos, Encarni, siempre deja un interrogante en la mente.