miércoles, 18 de julio de 2012

Cinco


Cinco Tapper

La cocina es tan agradecida que apenas la miro, ya  está sugiriendo combinaciones, acrobacias,   equilibrios. Aromas de cuando dormí contigo.

A veces como beduino, nómada de los sabores, te busco  por dunas y desengaños llenos de duda. Otras, me instalo sin prisas en un plato. Monto la tienda, dátiles como los tuyos no hay. Abundancia, como los sonidos de la noche cuajada de estrellas. Se oye una cabra y se preparan cinco  mojitos.

Lloré cortando cebolla acordándome de ti. 

Para poder volver, me falta una calle llena de geranios. 

Me gustas tanto, niña, que pongo la radio, harina candeal, aceite, ajillos…; salsa tipo moja rápido que está más buena cuanto menos queda. Sobra, la congelo en el Tapper. No le pongo etiqueta, para qué, si podría identificarla con solo cantar en el jardín, siento que te estoy queriendo. 


Y así voy guardando hasta cinco sabores que en su día me derretían, cada uno en su Tapper. Fui guardando por si me faltaba un beso, por si tenía que inventar unas risas, olvidar un tormento, un sueño que soñar, un libro que publicar.
Así voy guardando y ya no se lo que guardo. 

Te guardo a ti y no sé dónde te tengo.



1 comentario:

San dijo...

Cuanto me gustaria una reunión de tapper, pero de estos tapper que al abrirlo huelan a te quieros y a besos confitados.
Pero que bonito Jose Miguel.
Un abrazo.